Sesión de fin del capítulo uno
En la partida de Rol del viernes, las elfas Lissë (sobrina de Elrond) y Sarubel (nieta de Galadriel), el enano Panzer (primo de Gimli), el humano Drizzt (familiar de Denethor II) y el hobbit Eleuterio (de familia desconocida) continuaron su viaje hacia Minas Tirith, esperando encontrar a Gandalf el Blanco en la dimensión Sombra.
El viaje, desde que partieron de los puertos Grises tras huir de la invasión de Rivendel por una horda de trasgos bajo un aura azul marino, ha discurrido en su mayor parte en el mundo sombra. En él, todo es en blanco y negro y los jugadores han ido encontrando multitud de objetos mágicos con tonalidades rosadas. Sí, rosadas, el único color que han percibido en el mundo sombra. Aparte de este hecho, han combatido innumerables bestias y han sobrevivido a una emboscada por hombres del este mientras estaban en la dimensión sombra.
Su incursión en una cueva misteriosa del mundo sombra al oeste de las montañas nubladas ha revelado la existencia de una piedra esférica que, después de ser tocada por Panzer, le ha conferido una fuerza sobrenatural, aparte de adquirir un brillo rosado. Su enfrentamiento con el señor de la cueva ha revelado la existencia de otro ser mucho más escalofriante: un demonio de fuego y sombra, aunque sólamente su espectro. No obstante, tras destruir una esfera de cristal con humo rosa, este demonio parece haber tomado entidad. Nuestros protagonismas huyeron del mundo sombra antes de poder saber más de él.
Nuestro héroes ya se han acostumbrado al hecho de que aparezcan y desaparezcan como por arte de magia. Al principio se mostraron un poco desconcertados, todo y que ahora lo sobrellevan con calma, como toda la serie de extraños sucesos que han ido experimentando hasta ahora (la sala donde se describe el proceso de fabricación del anillo único en el mundo sombra, la aparición de Galadriel -o un ser muy parecido- en el mismo, el encuentro con Saruman en la comarca del mundo sombra, el encuentro lejano con un nazgûl, el extraño herrero elfo, el encuentro con cierto mago azul claro, el hundimiento de los barcos que zarpan de los puertos grises, la desaparición de Gandalf, Galadriel, Celeborn, Frodo y Bilbo, ...).
En la última sesión, los jugadores encontraron una torre de Orthanc en el mundo sombra mucho más alta, grande y oscura. Incluso las elfas y enano, que ven en la oscuridad absoluta, no distinguían nada al entrar en ella. Al cabo de un momento eran víctimas de lo que parecía una trampa. Cada uno de ellos acabó en una sala, desconectado de los demás. Leyeron un mensaje grabado en la pared, que cada uno entendía y decía: "Para salir de esta cárcel deberás activar el mecanismo. Si lo giras a la izquierda morirás. Si lo girás hacia la derecha vivirás. Si todos tus compañeros y tú lo giráis a la derecha, todos moriréis". Panzer y Drizzt giraron a la izquierda. Sarubel, Lissë y Eleuterio, a la derecha. Todos los cuerpos fueron liberados y la torre despareció. Los supervivientes fueron recompensados con potentes objetos mágicos. Los que murieron, fueron resucitados con el bastón que encontraron en el viaje. Un bastón que comienza a desprender humo rosado.
Después de esto y algún que otro incidente con un elemental de fuego y una construcción autómata, llegaron a Edoras del mundo Sombra. Después de mejorar y reparar el equipo, el mayor descubrimiento fue que dos meses antes, un viejo blanco con barba blanca había pasado por ahí, camino de Minas Tirith. Es la única pista que tienen los héroes sobre el mago Blanco desde que salieron hace dos meses de los Puertos Grises. No obstante, nada saben sobre el resto de célebres náufragos ni del estado de Rivendel y sus defensores.
El próximo día empieza el capítulo dos. Esperemos que tengan suerte. La necesitarán.