En esta partida nuestros héroes empiezan en la capital de Rohan (Edoras), pero en el mundo de las sombras. Todo parece extrañamente tranquilo, hasta que van a ver al Rey, para conocer más sobre el anciano de color claro que pasó hace poco más de un mes y se fue a galope de la ciudad. En principio no son bienvenidos a palacio, ya que el rey es muy anciano y lo tienen aislado de asuntos mundanos. Las dos elfas del grupo, Lissë y Sarubel, inician sus diálogos de manipulación y tienen éxito. Parece que van a entrar a ver al Rey.
Todo parecía seguir un buen camino hasta que aparece Stark por las puertas del castillo: parece que le han dado una paliza y le han echado de malos modos. Al saludarle los héroes, son acusados de "espías del Hombre Oscuro". El guardia, dominado por la belleza de ambas elfas, les da un minuto para huir antes de llamar a la guardia. Panzer, siguiendo su actitud belicosa, plantea un golpe de estado, aunque su propuesta cae en saco roto inmediatamente y todos huyen y se mezclan con el pueblo.
Sarubel detectó algo que se movió muy rápido por detrás del Palacio, aunque no tuvo tiempo de ir a explorarlo. No obstante, lo vuelve a ver, esta vez en el pueblo, y los héroes deciden seguirlo. Cuál es su sorpresa al descubrir un trasgo hablando con un campesino detrás de una choza. Al verles, ambos huyen hacia direcciones separadas. Panzer, Lissë y Sarubel siguen al trasgo. Eleuterio, Stark y Drizzt siguen al campesino. El trasgo logra escapar, pero no así el campesino, que es interrogad duramente. Empieza a chillar y a pedir socorro, con lo que algunos pueblerinos acuden a mirar. La guardia se aproxima. Aparece Lissë y Sarubel. Panzer se queda por el camino para disimular. Los otros siguen interrogando al campesino, que cada vez chilla más. Al final aparece un guardia y Stark comenta que creían que les habia robado, pero que había sido un malentendido. El guardia duda y los héroes huyen disimuladamente.
De camino a las afueras de la ciudad se cruzan con Panzer y luego con un establo. Lo inspeccionan y cuál es su sorpresa al ver que dentro hay, conviviendo tranquilamente, cuatro caballos, un poney, un Troll de las cavernas y un huargo. Lissë entra para investigar y el Troll arremete contra ella. Ella intenta hablar con él, pero el Troll le intenta atizar con su enorme garrote. Tropieza y se cae. Stark le lanza un hechizo de sueño oscuro que deja al Troll durmiendo. Lissë le golpea duramente con su látigo de armas en la cabeza, aplastándole el cráneo y matándolo en el acto. La acción de Stark confunde mucho a Drizzt, el cual tenía a Stark por un consumado guerrero y ahora le veía lanzar un hechizo. Desconfía de él, al igual que los demás, aunque en mayor medida que el resto. El hobbit Eleuterio intenta domar al huargo, pero no lo consigue y se lleva un zarpazo.
Todos huyen de Edoras realmente confundidos, al ver como trasgos conviven con humanos de forma tan pacífica. Al salir por las murallas avistan diversos grupos de trasgos y Trolls dirigiéndose al noreste, en dirección al Bosque Negro. Pasando por Lorien. Deciden seguirles a la distancia. Al cabo de las horas ven otro grupo. Siguen el rumbo. Cuanto más tiempo pasan, ven más grupos de trasgos y a las 12 horas vislumbran un resplandor azul al noreste. El mismo que vieron antes de la caída de Rivendel. El grupo ve claro que van a atacar Lorien. Dada su mayor velocidad, puesto que van a galope, deciden seguir el rumbo para avisar a sus compatriotas elfos.
A las 18 horas de viaje, Sarubel se da cuenta mediante el reflejo del destello en diversos girones de nubes que la luz no va hacia Lorien, sino hacia Edoras. Los grupos de trasgos son cada vez más numerosos. Deciden seguir hacia el orígen de la luz azulada, que ahora se ve con mucha intensidad.
24 horas de viaje. Grandes cantidades de trasgos se ven a lo lejos. De hecho, son advertidos por algunos de ellos, pero ignoran a los héroes. Al final, los héroes ven un gran portal rosado por el que están entrando los trasgos. La luz azul es muy intensa. Deciden acercarse más para intentar cerrar el portal. Tras media hora más, vislumbran dos portales gigantes más y se paran, confundidos. Deciden abrir su propio portal para pasar al mundo normal y ver qué ocurre allí. Nada más abrir el portal, diferente grupos de trasgos comienzan a dirigirse hacia ellos.
Panzer cruza el primero. Lo que ve es más de lo que sus ojos pueden soportar: un ejército con miles de trasgos, Trolls y arañas. Nada más verle, cargan hacia él con brutal rabia. Panzer huye de regreso, empujando a Drizzt y chillando que cerrasen el portal. Lissë lo cierra y Panzer les explica lo que ha visto. Mientras tanto, los trasgos que se dirigían al portal recien abierto retoman su camino hacia el portal gigante más próximo.
Los héroes miran el resplandor azul. El centro es cegador y surge del suelo. Panzer tuvo tiempo de percatarse que en el mundo de color, el resplandor estaba en el mismo lugar. Un resplandor azul en un mundo en blanco y negro. Los héroes no saben bien bien qué hacer. Debaten diversas opciones y deciden volver a Edoras, pero en el mundo de color. Las fuerzas de miles de trasgos iban a invadir Rohan.
Llegan a Edoras y pasan al mundo de color usando las piedras rosadas que aparecieron misteriosamente en sus bolsillos tras periodos de trance aleatorios.
Se dirigen al Palacio y son recibidos por Eomer, Rey de Rohan.Tras un intenso debate, explicaciones y observaciones, Eomer manda a dos batidores a comprobar el hecho que narran los héroes. Los batidores vuelven al cabo de dos horas corroborando la versión de los héroes. Eomer decide evacuar la ciudad y dirigir a su pueblo a Sagrario. Van a atravesar el sendero de los muertos, ahora inofensivo, después de que Aragorn pasara en la guerra del Anillo. Se dirigirán a las tierras de Gondor, por el sur.
Nuestros guerreros deciden bordear las montañas por el norte para llegar lo antes posible a Minas Tirith, donde esperan que Aragorn, Rey de los hombres, pueda ayudarles, y con la esperanza de encontrar allí a Gandalf el Blanco, si es que aún vive.
